Tortura: 26 de junio la Jornada Mundial

Tortura: 26 de junio la Jornada Mundial
A través de la Oficina de los Derechos Humanos (Human Rights Office) de Ginebra, las Hijas de María Auxiliadora trabajan a favor de los derechos humanos junto a los organismos del Unog, United Nation Office de Ginebra. Entre las varias comisiones de la Oficina existe también una contra la tortura, que precisamente hace unos veinte días se reunió para examinar la situación Cubana.
Según el informe 2012 de Amnistía Internacional, son 101 en el mundo los Países en los que se han verificado casos de tortura y de malos tratos. Muchas veces, las personas han sido víctimas de la violencia, muertes ilegales y ejecuciones extra judiciales, por haber tomado parte en manifestaciones antigubernamentales. Como en África subsahariana, donde las muchas protestas de la población se han reprimido por las fuerzas del orden mediante la utilización de armas letales contra personas indefensas la mayor parte de las veces. Han sido muchas las víctimas por violencias indiscriminadas entre las cuales también se cuentan periodistas, defensores de los derechos humanos, religiosos y religiosas. La impunidad de las violaciones de los derechos humanos por parte de agentes de las fuerzas de seguridad se ha propagado en muchas otras naciones africanas.
Además el informe subraya que “África se ha hecho cada vez más vulnerable a las acciones terroristas por parte de varios grupos armados islamistas. Entre estos figuran al-Qaeda en el Magreb islámico; la secta religiosa Boko haram, que ha intensificado sus ataques dinamiteros en Nigeria y al-Shabab, activo en Kenya y Somalia. Estos grupos armados se han hecho responsables de muchos abusos de los derechos humanos, como ataques indiscriminados, muertes ilegales, robos y torturas”.
Otra zona caliente en lo que se refiere a los derechos humanos es Latinoamérica. Allí las víctimas de los maltratos son sobre todo los migrantes y los nativos, por ejemplo en “Méjico centenares de cadáveres, algunos identificados como migrantes robados, han sido descubiertos en fosas clandestinas. Decenas de millares de migrantes centroamericanos, de viaje a través de Méjico, han sido robados, torturados, forzados y muertos por las bandas criminales, a veces con la complicidad de oficiales públicos”.
También en América se han comprobado muchas “amenazas y asesinatos de defensores de los derechos humanos, testigos, abogados, procuradores y jueces en Países como Brasil, Colombia, Cuba, Guatemala, Haití, Honduras y Venezuela”.
En los Estados Unidos “las violaciones de los derechos humanos cometidas bajo la anterior administración, en el contexto del programa de detención secreta puesto en marcha por la Cía (Guantánamo), han quedado impunes”, a pesar de que la tortura y la desaparición forzada fueran parte integrante del programa secreto.
En Asia, al final del 2011, doscientos mil disidentes permanecieron en los campos de prisión de Corea del norte donde la tortura está extendida, lo mismo que en China donde probablemente han tenido lugar miles de ejecuciones. En Oriente Medio la cuestión más escabrosa es la de Siria donde, en el último año, millares de civiles, entre los cuales mujeres y niños, fueron muertos y heridos.
En Europa, en los casos de víctimas de tortura y otros maltratos con demasiada frecuencia los sistemas judiciales se han equivocado al no llamar a los responsables a responder de los hechos. En Uzbekistan, a pesar de que las autoridades hayan declarado que la práctica de la tortura ha disminuido significativamente, la introducción de nuevas normas de ley para mejorar el trato de los detenidos, a lo largo del año se han denunciado decenas de casos de tortura y otros maltratos de arrestados y prisioneros. En Turquía, la decisión epocal emitida en 2010 que, por primera vez en la historia jurídica del país, había condenado a funcionarios estatales a largos períodos de reclusión por haber muerto a personas con tortura, ha revocado la sentencia en la apelación. Episodios de tortura han sido ampliamente señalados en Ucrania y, no obstante algunas reformas superficiales sobre la policía, en Rusia”.
El informe de Amnistía remarca que todavía hay demasiados Países en los que la tortura es práctica corriente y no perseguida, muchas veces porque los gobiernos son cómplices de tratos crueles e inhumanos. Lo que significa que todos los que trabajan en la tutela de los derechos del hombre tienen el deber de mantener alta la guardia sobre este fenómeno.