La sonrisa de sor María Troncatti en el abrazo de la comunidad de Corteno

La sonrisa de sor María Troncatti en el abrazo de la comunidad de Corteno
Corteno Golgi (Italia). Cinco de agosto de 2012: no podía darse mejor terminación de los ejercicios espirituales para las 60 fma de la inspectoría “Madonna del Cenacolo” ILS que, guiadas por la Inspectora sor Celestina Corna, subieron hacia el paso del Aprica por Eremo de Bienio, sede de la semana de ejercicios. Entre las majestuosas cumbres de la alta val Camonica, el encuentro con la comunidad parroquial de Corteno Golgi, pueblo natal de la próxima beata sor María Troncatti, fue para todas una preciosa ocasión para renovar a Dios su propia e incondicional disponibilidad.
En la hermosa iglesia parroquial dedicada a la Asunción, repleta de fieles y con una cuidada y solemne liturgia, las fma renovaron su consagración a Dios, visiblemente emocionadas de poderlo hacer en el mismo templo que vio afianzarse la piedad sencilla, esencial y genuina de la joven María.
Al terminar la celebración eucarística, don Alessandro Nana, párroco del pueblo, invitó a los presentes a permanecer en la iglesia, donde sor María Wanda Penna, autora de la breve biografía de la próxima beata recientemente editada por la Elledici-Turín, presentó la figura de la salesiana de Corteo Golgi. En su intervención puso de relieve la santidad que le permitía ver a Jesús en cada persona que encontraba, y el sentido de la Providencia, que nunca la abandonó a pesar de las contrariedades aparentemente insalvables que la oposición entre colonos y shuar originaba.
Después de escuchar con admiración los rasgos sobresalientes de la experiencia de sor Troncatti, fue casi natural el encuentro espontáneo con sobrinos y resobrinos de la neo beata salesiana; las señoras Agnese, Angelina y Diumira -si bien marcadas por el paso del tiempo- han conservado intacto el recuerdo de la vida familiar típica de su ascendencia y, pese a no haber conocido a la tía en persona, siguen alimentándose de aquella fe genuina y robusta de la que los Troncatti han sido siempre testimonios.
Antes de terminar una rápida comida en los locales puestos a disposición por el párroco, las fma de ILS todavía pudieron visitar –guiadas por las descripciones apasionadas y pormenorizadas de una resobrina suya- la casa natal de sor María, deteniéndose brevemente y en silencio entre las paredes que vieron nacer a esta magnífica santa y reafirmarse en la convicción de que no existe pequeñez humana que Dios no pueda enaltecer cuando se confía enteramente en Él.
En el camino de regreso, al final de un 5 de agosto verdaderamente especial, todas están seguras de que a los 140 años de su nacimiento el Instituto esconde tesoros de santidad que deben descubrirse, imitarse y proponerse al mundo entero.