Roma, Mornese, Valdocco (Italia). Las 38 FMA de la comunidad intercultural del Proyecto Mornese en primer lugar queremos agradecer a nuestras inspectorías el haber hecho posible que vivamos esta hermosa y rica experiencia de ir a las fuentes de nuestra espiritualidad.
La experiencia en Roma nos ha fortalecido en nuestra pertenencia eclesial, hacer memoria de los testimonios y vida entregada de los primeros cristianos ha renovado lo esencial de nuestra identidad cristiana. La visita al Vaticano nos ha hecho sentir la Iglesia mundial, en donde las diferencias, culturales, del idioma, etc. nos hacen "uno en Cristo muerto y Resucitado".
Reavivar aquello que hemos escuchado, ahora palparlo, verlo y tocarlo, es reafirmar nuestra fe en aquello que se construyó desde la fragilidad humana. Quién conoce al maestro lo sigue hasta ofrecer su propia vida. Obteniendo así el premio reservado aquellos que han perseverado en la fe. El testimonio coherente y radical genera vida y frutos de santidad, hacer experiencia de un Dios Misericordioso que desde la pequeñez del ser humano va transformando la humanidad.
Confrontar nuestros fundadores desde la experiencia de sentirse Iglesia, parte viva de los llamados a la extensión Reino. Don Bosco y Madre Mazzarello nos enseñan con su ejemplo que somos parte viva de la Iglesia, una Iglesia en continuo cambio que requiere renovarse cada día aportando desde la originalidad de nuestro carisma.
Entre búsquedas y respuestas del Señor, por fin un ideal claro y preciso a pesar de las duras pruebas y situaciones recorridas, se desarrolla y se expande el carisma salesiano, con una clara identidad carismática y un toque creativo y original nacido en Valdocco. Recrea en nosotras Hijas de María Auxiliadora la misma experiencia del recorrido que hizo Don Bosco, visitar los lugares, hacer experiencia de itinerancia es reavivar en nosotras la pasión por el Da Mihi Animas, retomando el valor significativo de nuestro nombre centrado en un profundo agradecimiento a Dios por los dones recibidos de Don Bosco y Madre Mazzarello. Esto es lo que en Turín hemos encontrado un Don Bosco, opciones preferenciales claras, su amor a la Auxiliadora. Tuvimos la gracia y la alegría de participar de la solemne celebración de los 150 años de la consagración de la Basílica de María Auxiliadora, y tuvimos el regalo de estar muy cerquita de Ella, sentirnos hijas, y bendecidas en nuestro ser "Monumento vivo" del gracias viviente a la Auxiliadora.
Llegar a Mornés! Sueño esperado y deseado, era el anhelo y el fuerte deseo que hacia vibrar nuestro corazón. Llegar al paraíso terrenal donde se construyó la "casa del amor de Dios" era hacer memoria de lo que habíamos leído en los libros como una historieta o un cuento más de una joven que vivió en tierras lejas. Hoy nos damos cuenta que no, que hemos llegado a tierra sagrada, donde la vid unida a los sarmientos ha dado fruto de santidad. Una santidad que se ha construido en la sencillez del cotidiano, con unas relaciones humanizadas y fortalecidas desde el corazón amoroso de Dios. La convivencia de la nueva Comunidad del Proyecto Mornés 2018 podemos decir que a la tierra mornesina llega, creando un clima de familiaridad, con la alegría de compartir la propia vida. Sentimos que nos encontramos con Madre Mazzarello a cada paso, en cada lugar que visitamos, tiendo ella siempre una palabra en particular de la Madre hacia sus hijas, conocerla más de cerca y acercarnos a su corazón materno, en una búsqueda constante, de nuevas opciones, para dar respuestas asertivas en la misión, y reconocernos portadoras de este gran tesoro que es nuestro carisma.
Hemos llegado al final o más bien al momento de envío a nuestras comunidades de orígenes, para compartir lo que hemos visto, oído y experimentado. Afrontando con mayor optimismo los retos y desafíos de hoy; haciendo eco de la sabiduría y maternidad de la Madre Mazzarello. Hoy nuevamente tus hijas salen de misión para renovar con mayor fervor la pasión que te movió a salir a nuevos horizontes con el fuerte deseo de hacer mucho bien a las jóvenes para salvar sus almas.
Agradecemos a cada comunidad de FMA que nos ha acogido en Roma: Sacro Cuore, en Turín: María Auxiliadora, y en Mornese la casa del Amor de Dios, nos hemos sentido en casa. Un gracias hecho oración a las animadoras del Proyecto, Sor Carmen Figueroa y sor María Elena Vargas y al P. Miguel Castillo, sdb, con quienes hemos vivido la experiencia de una comunidad peregrina que se forma y trasforma a través de la experiencia.
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