La celebración del 200 aniversario del nacimiento de Don Bosco
El pasado 30 de Enero tuvo lugar en Phnom Penh la celebración del 200 aniversario del nacimiento de Don Bosco. Con este motivo se reunió toda la familia salesiana residente en Camboya: Salesianos, Hermanas, estudiantes, trabajadores, voluntarios y voluntarias, benefactores.
Más de tres mil personas, y un importante grupo de estas personas coordinando esfuerzos, logrando un ambiente de cooperación y trabajo en equipo inmejorables.
El día comenzó con la visita de la Pricesa Samdech Reachbottrey Preah Anuch Norodom Arun Reaksney representando a su hermano el Rey Norodom Sihamon . Para lo que todos los asistentes habían ocupado cada rincón de la escuela, creando un pasillo lleno de color para ofrecerla un cálido recibimiento.
La ceremonia transcurrió según lo previsto, con la intervención de Don John Vinssen, Don Roel Soto y de la misma princesa Arun Reaksney. Se habló de trabajo realizado durante los años de misión en este país, del número de menores que han pasado por nuestros diferentes centros, de los proyectos actualmente en funcionamiento y de la cantidad de personas beneficiadas a través de ellos. Se habló del carisma salesiano, de seguir construyendo oportunidades para los jóvenes, tal y como Don Bosco nos enseñó: desde el amor y la fe.
La princesa se mostró conmovida al saber de todo el trabajo realizado y todos los niños y jóvenes que han formado parte de alguna forma de los proyectos salesianos. Quiso agradecer personalmente el esfuerzo y la dedicación de toda la familia salesiana por acompañar y fomentar el crecimiento de su país. No se olvidó de reconocer el trabajo de nadie.
Para dar el cierre a la ceremonia, la princesa, Don John Visser y Don Roel Soto (SDB) tomaron en sus manos tres palomas blancas que dejaron volar mientras una pancarta con la imagen de Don Bosco se perdía en el cielo llevada por un montón de globos de colores. Fue un momento muy especial.
Acompañando a la princesa acudió su hija, la también Princesa Norodom Keo Ponita. Ambas se mostraron amables y cercanas con los anfitriones y demás invitados, haciendo aún más cálido el comienzo de la celebración.
A primera hora de la tarde comenzaron los juegos: voleibol y fútbol. Fue emocionante ver las pistas rodeadas de alumnos de diferentes centros animando sin parar a los equipos. No importaba quien ganara o perdiera, todos disfrutaban muchísimo, cada punto era una fiesta. El ambiente de deportividad no pudo ser mejor.
Por la noche pudimos disfrutar de un programa variado y bien preparado, en el que participó gente de todas las edades. Hubo humor, baile, canto, drama y sobre todo mucha ilusión. Don Bosco fue el motivo y causa de la celebración, y puso la luz a una noche que fue tan mágica como el día.
El broche final de la celebración fue el sábado 31 día en que celebramos la Eucaristía presidida nuestro obispo Olivier Schmitthaeusler. Una Eucaristía alegre, llena de cantos y colores, bailes camboyanos y de agradecimiento al Señor por el don de Don Bosco a nuestra familia.
Esta celebración es una prueba más de que a pesar de ser una gran familia repartida en diferentes lugares y proyectos, trabajando todos por un mismo ideal los resultados son inmejorables.
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